VW financiará carrera de ingeniero automotriz en universidad argentina
"La empresa Volkswagen y el Gobierno Nacional firmaron hoy un acuerdo de formación e investigación y desarrollo para promover estudios de ingeniería aplicada al automóvil en la Universidad Tecnológica Nacional de Pacheco.
Lo primero que puede resultar curioso es el nombre que eligieron para la facultad: Dr. Ferdinand Porsche. Podrían haberla bautizado con el nombre de Juan Manuel Fangio, como uno de tantos ejemplos. Sin embargo, hilando fino en la cuestión, es preferible que no haya sido así, que don Juan Manuel, campeón y héroe del automovilismo argentino no haya sido utilizado para esta jugada, ya que lo que buscan tanto Volkswagen como el Gobierno Nacional, es poner a la educación pública al servicio de una empresa extranjera de carácter multinacional. Es parte, otra parte más, del doble discurso que vienen sosteniendo aquellos que dicen defender un modelo "nacional y popular" cuando en su lugar profundizan las recetas neoliberales que desde hace 30 años condenan el futuro del pueblo a una situación de dependencia, que pretende hacernos esperar al lado del camino.
El problema (¿o uno?) es que la UTN no fue fundada, allá en la segunda mitad de la década del '40, para abastecer de cerebros a los que vienen de afuera a hacer negocios y nada más, sino como parte de un proceso económico que buscaba fomentar y fortalecer a la Industria Nacional, y que todos los argentinos formemos parte de esos rumbos y los impulsemos hacia el futuro, desde la escuela, desde las universidades y desde las fábricas. Es decir: todo lo contrario a lo que se viene haciendo desde 1976 a estos días. La entrega de los recursos naturales, la privatización de los servicios públicos, todo a manos del mejor postor de turno. Además, la destrucción del aparato industrial nacional, el aumento ilegítimo de la deuda externa y su posterior pago a los buenos amigos. Todo para que, como desea nuestro Ministro de Economía, Amado Bodou, "Argentina entre a los mercados". Parece que quisiera decir que quiere poner a la Argentina a la venta como una mercancía. Lo que están poniendo en subasta es el potencial científico-técnico que comprobadamente tenemos y de hecho aplicamos durante buena parte del último siglo, en diversas áreas industriales. Yendo al caso particular de la industria automotriz, podemos mencionar a la vieja Estanciera, precursora de las actuales 4 x 4, adaptada para las necesidades de estas tierras; el famoso Torino, diseñado y fabricado con recursos 100% nativos y que hasta hoy es un símbolo nacional; o la desaparecida fábrica Siam, que entre miles de artículos de desarrollo argentino ha sacado al mercado vehículos y motocicletas.
Es tarea pendiente recuperar lo que es nuestro. Un punto fundamental es la educación, cuya veta tecnológica servirá para volver a impulsar entre todos una Industria Nacional que sea el motor del desarrollo de una economía soberana, para redistribuir la riqueza generando empleos; ya que el fin es darle lugar al pueblo, en lugar de fomentar el negocio de unos pocos tipos de traje. No es una instancia irreal, sino que con un poco, sólo un poco de voluntad política se puede lograr.
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